El vuelo. Ni con Ryan Air se tienen esos sustos.


El vuelo otro gran aporte al cine de uno de los mejores actores que podemos ver en la actualidad. No tardas en contactar con interiorista personaje que nos propone Robert Zemekis para esta gran película que nos tiene escondida muchas más juicios Morales y sobre todo el juicio a uno mismo que  es a fin de cuentas el peor y más terrible de los tormentos, la conciencia humana. Denzel Washington da vida a Whip Whitaker, un piloto hastiado por una vida pasada convertida en un fracaso y que afronta su futuro con más desidia de lo que estaría acostumbrado a imaginar para un piloto de avión. El alcohol es su copiloto más deseado en donde ahoga sus fallos de una anterior vida con su ex y un hijo al que apenas conoce. Todo es entre comillas "normal" sino fuera porque el destino le pondrá en una situación límite de la que saldrá airoso y triunfal menos por un pequeño detalle, sus adicciones serán puestas en la palestra y la película entrará en un debate muchas veces oído en la calle. ¿Héroe o villano? ¿Las drogas aumentan o disminuyen las capacidades mentales? Abren una puerta en la que podemos sentirnos elevarnos en un estado de conciencia superior o es tan solo una sensación eufórica que nos hace actuar de manera temeraria. Más allá del tema principal del filme que es para mi muy bien llevado por actor y director debo resaltar la figura del actor secundario John Goodman que hace de camello al que en más de una ocasión acude en busca de es dosis de felicidad amañada. Desde "training day" no veo a este actor representarnos tan bien al adicto por antonomasia, aquel que niega y miente hasta la saciedad a conocidos y desconocidos. Aparece como por arte de magia y como ocurren las mejores cosas, de casualidad, que conozca a la chica en la que encuentra una extraña atracción que obtiene una complicidad venida por un nexo de unión, la adicción. se conocen en el hospital y desde entonces comienzan una relación de la que ambos no quieren desaprovechar. No puede faltar ver esta película bajo ningún concepto, genial en muchos aspectos y sobre todo te hace reflexionar que después de todo es uno de los sentidos por los que el cine es un arte. ¿Quien no ha cogido el coche después de unas copas? Pero la verdadera pregunta es, ¿hubiera ocurrido el accidente de no haber bebido ni consumido coca? ¿Es maestría del piloto en sí o pueden las drogas hacerte ver más allá? En fin, como veis esta película nos plantea algunas cuestiones interesantes.
Espero que os guste y os animéis a verla. 
Artículo escrito por Javier Franco.



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